El mundo en el que vivimos ha cambiado sustancialmente desde la llegada del Coronavirus. Todos nos estamos adaptando a la “nueva normalidad” con un alto nivel de inseguridad desde que tan solo interactuar entre nosotros se volvió una fuente de posible contagio. Así, cada individuo toma decisiones sobre su propia seguridad cada vez que escoge interactuar con aquellos afuera de su círculo de confianza.
Cara a cara / Tapabocas a tapabocas
Esto crea un completo set de retos para los negocios que dependen de interacciones cara-a-cara entre sus empleados y sus clientes. Todos sabemos sobre el gran impacto que esta situación ha tenido en la industria hotelera y los restaurantes. Negocios en la industria del turismo han tenido que modificar su operación sustancialmente para alinearse con este nuevo ambiente de miedo e inseguridad. Un montón de nuevos procedimientos han sido implementados para permitir a sus clientes sentirse cómodos y seguros mientras comen o viajan.
Menos sabido, pero igualmente impactados, son aquellos negocios que proveen servicios en hogares u oficinas. Negocios proveedores de limpieza, construcción, instalación, reparaciones y servicios similares, han sentido una masiva reducción en la aparición de nuevos clientes o renovación de proyectos pasados. Todas estas empresas están buscando maneras de convencer a sus clientes que sus servicios pueden tomarse sin riesgo al mismo tiempo que mantienen a sus empleados seguros. Para muchas compañías, especialmente las Pymes, su supervivencia ahora depende de su habilidad para adaptar sus procesos y que estos cumplan con los protocolos y estándares tanto del estado como de sus clientes. En Colombia, decenas de miles de estos pequeños negocios son especialmente vulnerables si la actual situación continua el próximo año.
Existen varias maneras de transmitir confianza a los clientes, y no todas son apropiadas en todos los momentos. Entre tantas posibilidades, las empresas deben asegurar a sus clientes que sus empleados han sido entrenados apropiadamente y seguirán los protocolos de seguridad durante todo el periodo de interacción. Si los clientes están preocupados de que el representante de una compañía no es responsable sobre el distanciamiento social y similares medidas de bioseguridad, se retractarán de hacer negocios. Es por esto que cualquier estrategia de reapertura del negocio debe incluir una efectiva comunicación con sus clientes para que estos estén al tanto de las medidas de seguridad tomadas y del compromiso de la compañía con su seguridad.
Una conocida y común forma de proveer tranquilidad a los clientes es el confiable carnet de identificación con foto. A través de los tiempos, las insignias o distintivos han estado con nosotros como una forma de informar a extraños sobre el roll y/o las responsabilidades que alguien tiene; por ejemplo, un oficial de policía o un guarda de seguridad. En tiempos más recientes, las insignias han sido mejoradas incluyendo credenciales y títulos, por ejemplo “enfermero registrado” o “electricista”. Y en tiempos de pandemia, los distintivos son más importantes que nunca para enviar un mensaje de seguridad a esas personas con las que interaccionan sus empleados.
Los carnets de identificación con foto son bien conocidos y un método de larga trayectoria para rápidamente validar la autenticidad de una persona. Estos distintivos pueden ser impresos con información adicional, especifica de cada organización, que deje un mensaje de tranquilidad a quien lo ve. Ya sea sobre su entrenamiento, su relación con la compañía, sus títulos o su estado de salud. Los carnets de identificación pueden ser una valiosa herramienta para comunicar información crucial, rápida y por poco dinero, a terceros.
Access ID proporciona carnets de alta seguridad que pueden incluir hologramas, marcas de agua y sellos ocultos que se revelan con una luz ultravioleta haciendo que cada identificación sea única y así evitar falsificaciones. Conocelos dando clic aquí!
Escrito por: David Finkelstein
Traducido y adaptado por: Access ID